Letra de El fin del cuento

Espero que todo el dolor del mundo se halle en tu conciencia
No tienes coartada ni razón para demostrar tu inocencia,
Si no te descubre la policía lo hará la ciencia,
Irás a prisión, así que ármate de paciencia,
Su inocencia, fue el motivo de que tú le pegaras,
Le obligabas a que tus labios besara,
Se que el miedo le invadía cuando te miraba a la cara,
Noche y día era maltratada por aquel patán,
Siempre que llegaba tarde, tu respuesta era pegar,
Chillar y maltratar, no tuviste corazón,
Te amaba demasiado, por eso no te denunció,
Acabó con la pesadilla, la vida se quitó,
No fue forma sencilla, de lo más alto se lanzó,
Quería ser libre, volar, se suicidó,
Todo esto terminó, y ahora el horror te invade,
Ahora deseas que toda esta historia se acabe,
Lo único que añoras es que el demonio te lleve,
Que alguien mejor que tú te revele,
Y que no seas tú es que sus noches desvele,
Cuantas veces, quiso que Dios se la llevara,
Cuantas noches ahogó sus llantos bajo la almohada,
No podía consolarse pues un hombre le gritaba,
No chillaba cuando ese hombre le maltrataba,
Sus padres no le daban el consentimiento a esta relación,
Con un hombre sin sentimiento, con tan poco corazón,
Sin dudarlo ni un momento, acabaste su canción,
Ahora, no te da nada, verla en el suelo tirada,
Su alma yace con ella, perdida su mirada,
No pudo hacer nada su ángel de la guarda,
Como pudiste permitir que tu mujer se suicidara,
Elegir ese camino para poner fin a la vida de la que te amaba,
De la que de ti cuidaba, pero no le hacías caso,
Mataste tu calma, recurriendo al maltrato,
Aquella chica, simpática y morena,
La ves en el ataúd, y apenas te apenas,
Su salud termina en su nido,
Que por tu culpa, es una caja de pino,
Estás intranquilo, nadie va a salir en tu defensa,
Sus familiares rezan para que te pudras en la trena,
Esperan verte en el infierno, te caerán tantos inviernos,
Como señales le hayas dejado,
Señales que en su cuerpo se convertían en cardenales,
Acabaste con su tiempo y él contigo acabará,
Está enterrada a varios metros bajo el suelo,
Su alma con un arpa camino del cielo,
Todos recordarán este día en aquel pueblo,
No tuvo por qué tener dueño, pues le pusiste fin a este cuento.