Letra de Ballad the william kidd (en español)

Running Wild

Letra de Ballad the william kidd (en español) de Running Wild
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Letra de BALLAD THE WILLIAM KIDD (EN ESPAñOL) de RUNNING WILD.

( Running Wild )

Nació a orillas del Greenhock en el año 1645
Huyó a la edad de catorce años, a huir de su vida del alma que mata
Firmó a navegar por el salvaje viento
Pero él trabajó hasta sus manos y sus rodillas
Se puso en pie su prueba sobre las aguas, por lo que dijo: "Él fue criado en el mar ´
En 1697, el "aventurero ..." se estaba poniendo velas es
Con la patente de corso y represalias, Kidd fue preparado para su rastro
Que navegó el mar con la misión, para cazar a ´Tew´ y ´Long Ben´
Un disturbio grave fue el aumento, por lo que Kidd abatido uno de sus hombres
Y se murió!
Los hombres de sangre azul que cayó en desgracia
Pirañas comiendo su propia
Ellos sacrificaron en el altar de la mentira
Así que el destino tomó su curso en la balada de William Kidd
El ´Aventurero ... " regresó a su ciudad natal, Kidd se vio obligado a la defensa
Se le acusó de su saqueo y el asesinato clientes y amigos generosos
Había dejado a su equipo en el St. Thomas, para proteger su Honour de la vergüenza
Pero no los señores que mintió como un soldado, a perder su propia cabeza en el juego
Los hombres de sangre azul que cayó en desgracia
Pirañas comiendo su propia
Ellos sacrificaron en el altar de la mentira
Así que el destino tomó su curso en la balada de William Kidd
Los señores declaró, sus mentiras impías, para salvar sus propias cabezas de la horca
Sacrificaron Kidd, que lo llevó a dar un paseo que los becarios conspiración
Se le juzgó y lo declaró culpable de piratería en alta mar
Traicionando los hombres de honor, ya sabes mentir y engañar a su antojo
Un caso de asesinato judicial causó la muerte de un hombre de mar
difamatorias montón de mentirosos, sus almas al infierno va a ser condenado
Los hombres de sangre azul que cayó en desgracia
Pirañas comiendo su propia
Ellos sacrificaron en el altar de la mentira
Así que el destino tomó su curso portentosa. ¡Qué vergüenza!
En la balada de William Kidd
(Dedicado a la memoria de William Kidd)