Letra de Una lluvia violenta y salvaje

Revolver

Letra de Una lluvia violenta y salvaje de Revolver
Busca letras de canciones, artistas y radios de diferentes paises y ciudades.

Letra de UNA LLUVIA VIOLENTA Y SALVAJE de REVOLVER.

( Revolver )

Aquel dí­a amenazaba más tormenta
Y la tormenta no se hizo de rogar
aunque más de uno creyera en los milagros
el que más y el que menos no sabí­a que apostar
Porque el tiempo es el tiempo y el decide
como dónde y cíºando quiere descargar
y a las cuatro cayeron dos rayos segando
de cuajo otro árbol más.

Y cayo hasta calarnos los huesos, y cayo frí­a
y sin compasión
una lluvia violenta y salvaje hasta hacernos
dudar de si existe Dios.
Y cayo hasta calarnos los huesos como pernos
de ví­a de tren
Una lluvia violenta y salvaje hiriendo la
carne abollando la piel.

Y fundidos de rabia imponentes
miramos al cielo queriendo entender
porque ese brutal aguacero porque los dos rayos
algo no va bien.
Y si no hay nadie que pueda detener
la tormenta que nos moja sin parar
usaremos nuestra fuerza tanto si esta mal o bien
para estar secos por siempre de una vez.

Y cayo hasta calarnos los huesos, y cayo frí­a
y sin compasión
una lluvia violenta y salvaje hasta hacernos
dudar de si existe Dios.
Y cayo hasta calarnos los huesos como pernos
de ví­a de tren
Una lluvia violenta y salvaje hiriendo la
carne abollando la piel.

Cometimos el error de imaginar
que algíºn dí­a todo esto tendrá fin
pero aquí­ nunca es domingo siempre cae más
de lo mismo
Porque el tiempo es dueño de la tempestad
y es posible que mañana sea igual
ya veremos quien deja de existir
porque un árbol vale tanto como el precio
de su hacha.
Hoy a lunes de mes de octubre en mi pais
Hoy a lunes de mes de octubre en mi pais

Y caera hasta calarnos los huesos, y cayo frí­a
y sin compasión
una lluvia violenta y salvaje hasta hacernos
dudar de si existe Dios.
Y cayo hasta calarnos los huesos como pernos
de ví­a de tren
Una lluvia violenta y salvaje hiriendo la
carne abollando la piel.

Y caera hasta calarnos los huesos, y cayo frí­a
y sin compasión
una lluvia violenta y salvaje hasta hacernos
dudar de si existe Dios.
Y cayo hasta calarnos los huesos como pernos
de ví­a de tren
Una lluvia violenta y salvaje hiriendo la
carne abollando la piel.