Letra de Entre

Mis manos sienten la necesidad de escribir y no parar, porque llega un nuevo día, una nueva oportunidad de todo.

Entre una botella de alcohol y la pasión a veces vivo. Giro las esquinas con sigilo y precaución, y desconfío. Entre caladas vigilo, es este frío. Es mi castigo y mi delirio la ambición. Como un albor que nunca llega, la ocasión viene y se va para más tarde reprocharme que no pude alcanzarla. No hay venganza sin placer, ni balanza que plantee cual es el peso de la rabia tras la marcha en un papel. Nunca tendré esta habilidad emocional y eso me frustra. Tú buscas respuestas, yo encuentro preguntas. Y divago en un sofá mientras las horas se consumen. Fluyen, mi consejo es cero, ni uno que se ajuste a lo que puedo dar, a lo que soy, a lo que en realidad es hoy mi vida. Voy deprisa mentalmente pero a May no soy medida y facilmente me desquicio y ni Dios entiende mi vida.

A los 17 ya tenía 90, y ahora estoy volviendo para atrás. Por eso tengo que confesarte que a veces prefiero no verlo, no me soporto, me daría dos ostias y cambiaría esta cara tan expresiva que tengo. Porque no miento, no me gusta esconderme, juego a esquivar ojos que ven, no me gusta la vulnerabilidad y me tengo miedo, pobre niña tonta.

Entre una palabra y la duda queda el mar que nos inunda, cuan profunda es la ataraxia que me ata a la locura y ya no hay cura hacia el desprecio que ahora siento hacia mi musa. Es el momento de afrontar lo que ahora venga sin excusas. Nunca pedí nada más que ahogarme en eternos silencios, que sentarme frente al mar y desahogarme con el viento. Y ya no es tiempo de cambiar, ni de pensar en el destino. Mi camino es inestable y mi corazón clandestino. Por defecto, es el precio de entregarse al compromiso, de pensar que fue real todo aquello que vivió. Prensé mi voz en melodías que caducan en tres días. La armonía vino a verme y se cansó de mis manías. El saber que muchos hablan pero pocos argumentan, me retan con discursos, quedan bien, esa es su meta, sin pensar si dañarán a los demás, sin importar a quien pensar.

He intentado escribirte algo, pero ha sido imposible. A veces el vocabulario tiene deficiencias, huecos imposibles de llenar, es increíble, tantas palabras y hay cosas que no se pueden explicar. Todo me suena a lo mismo, bla, bla, bla... Espejos, silencios, razones que se quedan colgando como siempre. En estos momentos solo buscan una canción que recubra cada parte de mi cerebro, quizás para no darle importancia a lo que digo, darle otro registro a mi voz o para envolverme de algo que no me deja escuchar mis pensamientos. Pero en medio de todo esto de nuevo el corazón se llena, mis ojos vibran y mis manos sienten la necesidad de hacer una melodía con la letra del teclado. Porque no puedo solo escribirte, ni hablarte y las miradas no bastan. Son demasiados años y pocas cosas me llegan. Aprendí a levantarme rápido y olvidé ponerme pomada en mis cicatrices, pero soy un vaivén, a veces tardo en recuperar el equilibrio. Siempre necesito más, soy insaciable, absorvo mis sentimientos porque estas paredes encierran demasiado. Son demasiados años y pocas cosas me llegan....